La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en el Caso Royal Football Club Seraing marca un precedente histórico y refuerza la necesidad de una Justicia internacional deportiva verdaderamente independiente.

Al permitir que los tribunales nacionales revisen los laudos del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), el TJUE socava el monopolio de facto que el TAS mantenía sobre la resolución de disputas deportivas, tradicionalmente solo sujeto a un control limitado por el Tribunal Federal Suizo.

Un Golpe a la Inmunidad del TAS

La decisión del TJUE no solo garantiza la tutela judicial efectiva para clubes y deportistas dentro de la UE, sino que también sienta un precedente crucial para la creación de un sistema de arbitraje deportivo más justo y transparente a nivel mundial. La sentencia pone de relieve un principio fundamental: ningún organismo, por muy especializado que sea, puede operar por encima de las leyes y sin un control jurisdiccional adecuado.

Este pronunciamiento recuerda a la célebre postura del TJUE en el caso Meca-Medina y Majcen contra la Comisión Europea, donde se estableció que las normas deportivas deben respetar el derecho de la competencia de la UE.

Si las normas de un organismo deportivo pueden ser analizadas por su impacto en la libre competencia, es lógico que los laudos del TAS también deban ser revisados para garantizar que se respeten los derechos fundamentales.

Un Camino Hacia la Independencia

Aunque la sentencia del Caso Seraing tiene efectos directos solo dentro de la UE, su peso moral y legal es innegable. Demuestra que la estructura actual del TAS, estrechamente ligada a las federaciones deportivas, no es infalible y puede ser desafiada.

Esta resolución debería servir como un catalizador para un debate global sobre cómo reformar la gobernanza deportiva y avanzar hacia una justicia deportiva internacional independiente, que ofrezca plenas garantías de imparcialidad y un control judicial efectivo para todas las partes, sin importar su ubicación geográfica.

 

Dr. Juan Pablo Rosales Esser